Pues nos hemos ido unos días de vacaciones, y os las voy a contar un poco.
Se trata de dos chiquines y medio que van de veraneo y como no saben donde, ponen el dedo al azar en el mapa del levante español y voilá: DÉNIA
Y como no quieren dar un palo al agua y quieren rascarse los huevecillos todo el tiempo eligen un hotel en régimen de TODO INCLUIDO.
Sobre todo el pequeño quiere rascarse los huevecillos...
[...] Y llegamos al hotel.
El elegido, "Port Denia". Un tres estrellas modesto, algo viejuno, pero bien restaurado.
Nada más aterrizar pulserita y a gozar. Por supuesto y no podían faltar, cuadrilla de andaluces simpáticos alrededor.
Lo primero que hacemos es dar un paseo de reconocimiento por la zona, paseo marítimo y primeras cervecitas, que es lo que da calidad a las vacaciones.
Ya al fondo se puede ver el objetivo del primer día, la cima del Montgo. Una excursión obligada para los amantes de las aventuras, la naturaleza y el senderismo. Bueno también para mi.
Buen madrugón para esquivar la caló. Hay que acercarse a la ermita de Sant Pere y desde ahí seguir la senda que el amigo Garmin eTrex 30 marca. Y sobre todo perderse un par de veces.
La ruta es bastante durilla, pero las vistas y la experiencia merecen la pena. Dos paradas interesantes; la "Cova de l'aigua" y la "Creueta de Dénia". Por supuesto la cumbre, a 752m. del nivel del mar.
"ermita de Sant Pere"
Piedra caliza, muy complicado correr. Pero se puede ir a ritmo vivo.
Como anécdota puedo comentar que casi piso una víbora, menos mal que se queda ahí, en anécdota.
1.600 m. de desnivel positivo y 17km después, justo cuando el sol aprieta. Llegué al hotel.
Y las vacaciones siguen.
Paseos en "moto" y más paseos por el centro de Dénia. Buscando el relax y la tranquilidad que no hay en el hotel.
El centro no está muy lejos, así que podemos ir y venir varias veces al día. Al lado también está el puerto. Para llegar a él, se pasa por un antiguo barrio de pescadores, que ahora está lleno de color.
"Antigua Barriada de pescadores"
Otro día hicimos visita turística a Calpe. Ese día llovió un poco, en serió llovió.
Visitar Calpe nos dejó buen sabor de boca. Lo dejamos anotado para el futuro. Buen ambiente por las calles, las playas cerquita y muy bonitas. Y al fondo, el peñón de Ifach, que habrá que subir en su día.
Y como no, la playa es otra de esas paradas obligatorias, sobre todo para el chiquín que la conoce menos. La arena hasta por la boca. Parecía una croqueta recién hecha el tío.
Se nota que es castellano y el agua mejor de lejos. No le inspira confianza el mar.
También en los últimos días nos dio tiempo a recorrer el paseo marítimo y descubrir rincones más propios de Ibiza que del levante. 4 km más de moto.
"No es esta moto, ya nos gustaría"
"Calitas ibicencas en Dénia"
Y para despedirnos, un último paseo por el centro. A probar la horchata y los helados de Dénia.
Gran viaje no por el lugar y la experiencia en sí, sino por la inmejorable compañía de Arancha y Arián.
"Paso por la diversidad"
Y como todo se acaba: FIN
Te recomiendo estas vacaciones si te gustan los andaluces simpáticos o las pulseras.