El fin de semana del puente, lo aproveché para echar un cable a Roberto Cairo con su cortometraje "Promesas". En él participe como director de fotografía, operador de cámara y algo de producción. ¡Espero que con el material grabado haga una obra maestra! Os dejo la noticia sacada del Diario de Burgos.
Luces, cámara y acción. Esas fueron algunas de las palabras más repetidas durante este último puente en Hontoria del Pinar, que se convirtió en escenario cinematográfico de la mano de Roberto Cairo, el actor que interpreta a Desi en la serie de Televisión Española ‘Cuéntame’ y que ha elegido este municipio burgalés para rodar íntegramente un corto.
La decisión de filmar en Hontoria no fue una casualidad. Durante el pasado verano Roberto visitó la localidad para hacer turismo por el Cañón del Río Lobos y conoció a David Alba y Fabián González, dos jóvenes que estaban rodando un corto y que al reconocerle le pidieron colaboración. «A pesar de estar de vacaciones trabajé con ellos y les comenté que yo también tenía entre manos un cortometraje y que necesitaba una zona rural donde poder grabar. A cambio de la colaboración, ellos me ayudarían a mí en ese proyecto, y así ha sido, se han encargado tanto de la producción como de conseguir medios y facilitar el rodaje en los exteriores, se han enrrollado bastante», explica Roberto Cairo, director y actor de este trabajo.
Este cortometraje, que aún no tiene título, es un homenaje al cine expresionista alemán. «Trata sobre una anécdota, lo que te puede ocurrir cuando haces una promesa y no la cumples, es un poco de terror y está ambientado en los años cuarenta», explica el actor, satisfecho con la climatología que ha habido durante los días de la grabación. «Hemos podido aprovechar los exteriores del pueblo, que son preciosos y además hemos tenido la suerte de que el tiempo no ha sido muy severo. Aunque ha llovido nos ha venido bien porque el corto es en blanco y negro y me interesa potenciar las sombras, además, el agua de la lluvia hace que brillen las calles y eso es muy cinematográfico», relata.
David Alba califica el rodaje de este corto como «una experiencia diferente». «No había un plan de rodaje muy establecido. Es una historia surrealista, con un guión mínimo y mucha improvisación. Refleja la estética de Buñuel, Fritz Lang o David Lynch», explica el joven David Alba.
Colaboración
La iglesia, el cementerio, la cruz, calles de Hontoria, e incluso el interior de algunas casas, se han convertido durante estos días en el escenario de este cortometraje, en el que, además, han participado numerosos vecinos del pueblo. Mónica Alba, Luis Miguel Fernández, Paula Carrasco, Bárbara Fernández o Valeria Amengual se convirtieron en actores por un día. «Doy las gracias a toda la gente que ha participado. Se ha portado muy bien, han traído su propio vestuario y se han maquillado siguiendo las instrucciones que les dábamos, para que el resultado artístico fuera similar entre todos. Además, el Ayuntamiento tampoco nos ha puesto ninguna pega para poder utilizar el escenario natural del pueblo, lo cual es de agradecer, porque no es fácil hacer cine en cuanto al apoyo, no solo económico, sino de que te dejen rodar en un determinado espacio», comentaba el actor.
Para algunos, ésta no fue su primera vez cerca de las cámaras. Es el caso de Laureano, que ya había interpretado el papel de confederado en El bueno, el feo y el malo, y de Domingo Contreras, párroco de Hontoria, que hizo de músico en la misma película.
Esta vez, su labor fue la de facilitar el trabajo a los actores, ayudando, sobre todo con la iluminación, como otros muchos vecinos del pueblo, que permitieron enchufar los cables en sus casas para que hubiera luz y poder rodar los exteriores de noche.
La decisión de filmar en Hontoria no fue una casualidad. Durante el pasado verano Roberto visitó la localidad para hacer turismo por el Cañón del Río Lobos y conoció a David Alba y Fabián González, dos jóvenes que estaban rodando un corto y que al reconocerle le pidieron colaboración. «A pesar de estar de vacaciones trabajé con ellos y les comenté que yo también tenía entre manos un cortometraje y que necesitaba una zona rural donde poder grabar. A cambio de la colaboración, ellos me ayudarían a mí en ese proyecto, y así ha sido, se han encargado tanto de la producción como de conseguir medios y facilitar el rodaje en los exteriores, se han enrrollado bastante», explica Roberto Cairo, director y actor de este trabajo.
Este cortometraje, que aún no tiene título, es un homenaje al cine expresionista alemán. «Trata sobre una anécdota, lo que te puede ocurrir cuando haces una promesa y no la cumples, es un poco de terror y está ambientado en los años cuarenta», explica el actor, satisfecho con la climatología que ha habido durante los días de la grabación. «Hemos podido aprovechar los exteriores del pueblo, que son preciosos y además hemos tenido la suerte de que el tiempo no ha sido muy severo. Aunque ha llovido nos ha venido bien porque el corto es en blanco y negro y me interesa potenciar las sombras, además, el agua de la lluvia hace que brillen las calles y eso es muy cinematográfico», relata.
David Alba califica el rodaje de este corto como «una experiencia diferente». «No había un plan de rodaje muy establecido. Es una historia surrealista, con un guión mínimo y mucha improvisación. Refleja la estética de Buñuel, Fritz Lang o David Lynch», explica el joven David Alba.
Colaboración
La iglesia, el cementerio, la cruz, calles de Hontoria, e incluso el interior de algunas casas, se han convertido durante estos días en el escenario de este cortometraje, en el que, además, han participado numerosos vecinos del pueblo. Mónica Alba, Luis Miguel Fernández, Paula Carrasco, Bárbara Fernández o Valeria Amengual se convirtieron en actores por un día. «Doy las gracias a toda la gente que ha participado. Se ha portado muy bien, han traído su propio vestuario y se han maquillado siguiendo las instrucciones que les dábamos, para que el resultado artístico fuera similar entre todos. Además, el Ayuntamiento tampoco nos ha puesto ninguna pega para poder utilizar el escenario natural del pueblo, lo cual es de agradecer, porque no es fácil hacer cine en cuanto al apoyo, no solo económico, sino de que te dejen rodar en un determinado espacio», comentaba el actor.
Para algunos, ésta no fue su primera vez cerca de las cámaras. Es el caso de Laureano, que ya había interpretado el papel de confederado en El bueno, el feo y el malo, y de Domingo Contreras, párroco de Hontoria, que hizo de músico en la misma película.
Esta vez, su labor fue la de facilitar el trabajo a los actores, ayudando, sobre todo con la iluminación, como otros muchos vecinos del pueblo, que permitieron enchufar los cables en sus casas para que hubiera luz y poder rodar los exteriores de noche.
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