El recorrido ya es un clásico. El 23 de Diciembre de 2012, el Club de Montaña Peñas Altas organizaba una subida al Pico del Lobo, con la finalidad de colocar un belén navideño en este punto. Y en verdad que a mi personalmente lo de poner un belén me la traía al pairo, pero lo de lograr ascender por un tubo me parecía un reto suficiente para querer estar en tal evento.
Víctor, como siempre, mi inseparable compañero de fatiga. Y con la confianza que llevo siempre con él empezamos el ascenso desde el aparcamiento de la estación de esquí "La Pinilla".
-Víctor te ata a la vida-
Subíamos unas 70 almas hacia la cumbre, pero en un momento dado los caminos de unos y otros se bifurcaron; unos tiraron por la senda marcada, suave y fácil (sobre todo sin nieve), otros arreamos por debajo de los telesillas.
Era dura la subida, pero con tanta compañía se hacia amena. Dejamos atrás el restaurante que hay a mitad de camino, donde en épocas de nieves, los turistas se calientan con café y rua vieja.
Un poco más inclinado el camino, y cada metro que avanzamos en altura, aparece más nieve bajo nuestros pies. Tanta había y en forma de hielo duro, que hay que colocarse los crampones, símbolo de que la aventura coge "ambiente".
Una vez más los aventureros nos volvemos a separar, algunos, los más intrépidos, continúan por un tubo más inclinado y peligroso, la prueba es que una muchacha casi se va para abajo, suerte que otro compañero la enganchó de la mochila nada más tropezar.
Víctor y yo, vamos por el tubo suave, con otros 20. Y poco a poco y con mucha precaución conseguimos llegar a la cresta, el premio son unas vistas geniales. Al fondo las montañas se mezclan con las nubes que forman la niebla espesa. Fuera crampones.
De camino hacia la cima, la ocurrencia es hacer una primera cumbre, "El alto de las mesas", desde donde tenemos una buena toma del "Pico del Lobo".
-Pico del Lobo visto desde el Alto de las mesas-
Con el torrezno ya asegurado, puesto que ya teníamos en nuestro haber una primera cumbre, continuamos la marcha. Unos últimos metros fáciles, ya que casi no hay nieve, y.. bang! una segunda cima! "El pico del Lobo" (2273 m.).
Setenta paisanos domingueros más o menos ataviados de montañeros, con merienda, champán, rua vieja, bebida isotónica... y el belén! Foto de grupo de rigor y a comenzar el descenso.
-70 mozos y mozas en la cumbre del pico del Lobo-
El descenso lo hacemos por la senda, todos juntos. Pero como no, una vez más en nuestro camino se cruzaba una posible cumbre. Con tan sólo desviarnos unos metros podíamos conseguir una tercera cumbre, lo cual haría meritoria una gran comilona, a cargo de Silvia Millán, y con la hospitalidad del amigo Víctor.
Desde lo alto de "Las Peñuelas" podíamos ver a los compañeros avanzar hacia el aparcamiento de la estación de esquí. Poco a poco íbamos culminando nuestra aventurilla.
Y después de tocar el coche, después de 4 horas desde el primer paso hacia la cumbre, ya podíamos apuntarnos otra victoria.
Y es que al Pico del Lobo se puede subir de mil maneras diferentes, desde varios puntos, con climas diversos, con nieve y hielo distintos cada vez... pero todas te dejan un regustillo a bueno.
El pico del Lobo siempre estará ahí.