La excusa era perfecta, de regalo de aniversario... una excursión a una casa rural cerca de los Picos de Europa. Y salió La Trébede, en Perrozo, cerquita de Potes. Igual son muchos los kilómetros a recorrer para sólo un fin de semana, pero ¿te gusta conducir?, a mi sí.
Y una vez que abandonamos la autovía, hay miradores que te avisan de lo que te vas a encontrar unos kilómetros más adelante. Como por ejemplo éste, el mirador de Piedrasluengas, desde donde se puede observar el macizo central y oriental de los Picos de Europa (Aunque esto lo puede explicar mejor mi gran amigo Pachi).
-Mirador de Piedrasluengas-
Un fin de semana es poco tiempo para ver el parque natural de los picos de Europa en todo su esplendor. Pero sí da tiempo a saborear un cachejo, sólo hay que elegir bien. En nuestro caso nos dio por adentrarnos en el maravilloso universo de la ruta del Cares. De la cual desconocía.. todo. Pero casi que mejor, de este modo todo es novedad y todo es sorprendente. Para empezar, sorprende que el funicular de Bulnes, que abre casi todo el año, esté cerrado, por mantenimiento. Pero vamos a ver.. ¿cuantas veces se hace mantenimiento de un funicular al año? pues bien, era ese día.
-Parqueo del funicular de Bulnes,vacío-
Así que no nos quedó más remedio que poner la cara de los suspendidos, pero con la nota de los aprobados, ya que, en el fondo, a mi me apetecía subir un poquito de cuesta. (Pero que no se entere Arancha).
Así que nos pusimos a patear la Ruta del Cares; hasta que diese el cuerpo. Y el cuerpo dio para hacer 6 km de ida (tó parriba) y 6 km de vuelta (tó pabajo claro). Ahora el problema es que quiero hacer la ruta entera ¿quién se apunta?.
-Ruta del Cares-
-Cabras típicas, con las que los paisanos hacen quesos que están cojonudos- (con la leche de las cabras, no con las cabras eh...)
Y al final de la escapada (gran película), todo salió bien. Nos llovió un poco por el camino, pero es el precio que hay que pagar por estar prácticamente solos en la ruta. Nos cruzamos con apenas una decena de personas, entre ellos los pastores.
Y ya que estábamos cerca, visita rápida a Covadonga, antojo de mi señora. Así que allí que fuimos. Al llegar mucho excursionista democristiano. Un lugar que da un poco de grima, todo lleno de velas, santurrones y virgencillas. Aunque es la moda de por allí.
-Cueva de la Virgen de Covadonga-
-A mi personalmente me gustó la Basílica, aunque olía mucho a incienso, muchísimo-
Ya de vuelta a casa, en otro de los miradores que hay por el camino, nos dio tiempo a echar una mirada al Pico más carismático de la zona, el pico Naranjo de Bulnes (Urriellu,2519 m.) Se yergue majestuoso ante la mirada del montañero, el pico siempre estará ahí.
-Pico Urriellu-
La visita nocturna a Potes es obligada, ya que en la casa rural hay cumpleaños infantil y no hay Dios que pare en ella de un modo relajado. Así que hacemos tiempo visitando la villa y comprando algún producto típico; queso, sobaos pasiegos, artesanía variada...
También pudimos escuchar atónitos una conversación entre borrachos en un bar:
También pudimos escuchar atónitos una conversación entre borrachos en un bar:
"¡Llámale!, que yo conozco a Chus Puras!
¡Llámale!
Que le he amamantado con mis propios pechos.
Te apuesto un arroz con bogavante,
porque tengo tres millones de euros en la cuenta,
que soy fontanero y hoy he cobrao 1.452,14 euros.
No tienes cojones, ¡Llámale!
Que yo he corrido desde Tenerife a Adeje en un GT,
¡con Chus Puras!
Porque yo he sido buceador...
¡Hasta luego encanto! (dirigiendose a Arancha)"
Y cuando llegamos a la casa, sólo quedan restos de la tarta de cumpleaños, y nada de ruido.
Al día siguiente, carretera y manta, pero aún nos da tiempo de hacer alguna excursión más. Parada en Pesaguero, donde hay una casa de la naturaleza que visitamos, y cuyo guía se empeña en enseñarnos. Se le veía aburrido al hombre y parlanchín a la vez, así que nos dejamos llevar. Acierto, ya que pudimos llegar a conocer las miserias de un ave tan peculiar como el Urogallo, cuya extinción es inminente, ya que se trata de un ave bastante tonta. En fin.
Después de tan interesantísima visita nos acercamos hasta el segundo pueblo más alto de la zona de Liébana, Caloca, situado a 1108 m. de altitud, y cuyo censo asciende hasta 8 habitantes. Evidentemente no tienen equipo local de fútbol.
Pueblo Bonito donde parar a tomar un chisme y mentalizarnos de la vuelta a casa.
-Gallinas de Caloca, si pudieran votar su alcalde sería una gallina, por mayoría absoluta-
-Calles y sendas de Caloca, 1108m de altitud-
Resumiendo, un buen fin de semana, rodeados de naturaleza y fotografía, con la mejor compañía, para recordar que ya llevamos un año "casaus", que se dice por estos pueblos. Al año que viene con la crisis seguro que podemos hacer casa rural en San Martín de Rubiales... o Villoria (que es un pueblo con un nombre muy gracioso, parece ser).
1 comentario:
Bonita crónica, mejores fotos, increíble sitio ... viva !!
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