Pico Ocejón - 2049 m.
Hacía 20 años que los exploradores Indiana de las Heras y Pachi Jones pisaron por primera vez la cumbre de este pico iniciático. Y es que el Ocejón es una montaña agradecida de subir, un 2.000 de los que engancha. No sólo por las rutas en sí, sencillas, si no por las vistas, el paisaje, el entorno; todo ello suma un conjunto de cualidades que hace del Ocejón "La montaña perfecta".
Por eso mismo hace 4 años estos sherpas de la ribera decidieron llevarme con ellos a una expedición a la sierra de Ayllón.
En aquella ocasión en 2010 fuimos cinco domingueros los que realizamos la ruta en esta ocasión sólo tres. Ni Luisma ni Peñalba pudieron venir.
Salimos a las 8:15 desde Riaza, campamento base. Con muchas dudas sobre el estado de la carretera, salimos hacia el puerto de "La Quesera", puesto que seguramente estaría nevado. Pero las ruedas de invierno del "vitimovil" daban tranquilidad. Camino despejado en la parte castellano-leonesa y con hielo en la parte de Guadalajara. Estos manchegos son un poco dejados.
Llegada al pueblo de Majaelrayo, uno de los pueblos negros de la sierra de Ayllón, llamados así por el color de sus casas, formadas con pizarra de color negro, esta roca nos acompañará hasta la cima del Ocejón.
Nada más llegar al pueblo nos encontramos con el parking, única zona donde podremos dejar el coche sin que ningún paisano se mosquee y trate de volcarnos el auto. A penas 100m. Separan el aparcamiento del bar, y frente al bar, la primera señal informativa de la senda al Ocejón.
Pronto comenzamos el ascenso. El camino está perfectamente señalado. Rodeados de robles, algunos realmente viejos, se va subiendo suavemente, con cuestas poco pronunciadas. Un trío atrevido nos adelanta a paso acelerado, pronto recogeremos sus cadáveres. Supongo que alguna placa que hay colocada por el camino pertenece a algún senderista envalentonado. El entorno es muy bonito, en esta fase de la ruta nos encontramos con poca gente, muy diferente seria la muchedumbre que veríamos en la zona alta de la montaña.
Siguiendo el caminito de baldosas amarillas llegamos al cruce que nos marca las direcciones, hacia Valverde de los arroyos o bien hacia la cumbre. Pues es ahí donde vamos. Continuamos ascendiendo, en esta fase encontramos una auténtica romería de senderistas, senderistas cristianos de algún colegio. Esta fase desacredita nuestra excursión por desgracia, ya que muchos de esos montañeros son nińas... y suben en zapatillas y cantando canciones de Miley Cyrus.
Antes de atacar la cumbre principal, aprovechamos para hacer una corta visita al hermano pequeño de Ocejón, el "Ocejoncillo".
Ya en la cima, aprovechamos para homologar el paseo con la típica foto con la bandera arandina.
Tiempo de almuerzo, regado con una cerveza artesanal "Milagritos", elaborada por el amigo Monzón y su esposa Isabel. Muy fresca (la cerveza, no la mujer).
Hora de comenzar el descenso, pero Indiana de las Heras tiene ganas de rock&roll y lo que hace es alargar un poquito la ruta, marchando sobre una cresta de rocas de pizarra... cuando menos interesante. Pachi Jones y yo mismo, le vigilamos de cerca para que no haga locuras. Los gallinazos nos acechan deseado que nos convirtamos en su cena.
En aquella ocasión en 2010 fuimos cinco domingueros los que realizamos la ruta en esta ocasión sólo tres. Ni Luisma ni Peñalba pudieron venir.
Salimos a las 8:15 desde Riaza, campamento base. Con muchas dudas sobre el estado de la carretera, salimos hacia el puerto de "La Quesera", puesto que seguramente estaría nevado. Pero las ruedas de invierno del "vitimovil" daban tranquilidad. Camino despejado en la parte castellano-leonesa y con hielo en la parte de Guadalajara. Estos manchegos son un poco dejados.
Una vez màs, los tres montañeros
Carretera cubierta de nieve
Vista del pico del lobo
La maldición de Sísifo
Nada más llegar al pueblo nos encontramos con el parking, única zona donde podremos dejar el coche sin que ningún paisano se mosquee y trate de volcarnos el auto. A penas 100m. Separan el aparcamiento del bar, y frente al bar, la primera señal informativa de la senda al Ocejón.
Las placas de pizarra componen las fachadas
Antes de atacar la cumbre principal, aprovechamos para hacer una corta visita al hermano pequeño de Ocejón, el "Ocejoncillo".
Ya en la cima, aprovechamos para homologar el paseo con la típica foto con la bandera arandina.
Tiempo de almuerzo, regado con una cerveza artesanal "Milagritos", elaborada por el amigo Monzón y su esposa Isabel. Muy fresca (la cerveza, no la mujer).
Hora de comenzar el descenso, pero Indiana de las Heras tiene ganas de rock&roll y lo que hace es alargar un poquito la ruta, marchando sobre una cresta de rocas de pizarra... cuando menos interesante. Pachi Jones y yo mismo, le vigilamos de cerca para que no haga locuras. Los gallinazos nos acechan deseado que nos convirtamos en su cena.
De las Heras kid
Después de algún que otro rodeo para conocer la zona andamos hacia abajo. Bajamos muy rápido, la superficie está blandita y se anda rápido. Nos guiamos por la senda gr, siguiendo los símbolos rojos y blancos.
En 1 hora conseguimos alcanzar el bar de Majaelrayo, allí nos esperan unas cañitas, unas migas y unos montaditos de chorizo de pueblo frito. Bien merecido.
Migas y chorizo
Ruta circular Majaelrayo-Ocejón-Majaelrayo
Espero que pronto podamos volver a esta montaña, que tan buen sabor de boca mos deja siempre.
Màs info:
http://es.m.wikipedia.org/wiki/Pico_Ocej%C3%B3n